marzo 29, 2010

Rayos metálicos

Rayo plateado: este rayo es de naturaleza femenina (yin) que alivia y reconforta. Se relaciona con las energías lunares del arcángel Auriel y los ángeles de la Luna. El rayo plateado nos permite vernos bajo una nueva luz. Ilumina y refleja la energía: es fluido, suave y complaciente; un tranquilizante natural. El rayo plateado ayuda a equilibrar los flujos corporales y las hormonas femeninas. Este rayo también gobierna el hemisferio derecho femenino del cerebro. Te ayuda a usar tu intuición y capacidad de analizar tus instintos y sentimientos.
Rayo dorado: de naturaleza poderosa y masculina (yang), el rayo dorado se relaciona con la energía del Sol  y de los ángeles solares. El Sol tiene algunos efectos fisiológicos positivos en los seres humanos, haciendo que nos sintamos energizados cuando nos exponemos a él. Este rayo limpia las energías estancadas e impide que la energía externa no deseada influya en nosotros. También ayuda en las situaciones masculinas del hemisferio izquierdo del cerebro, donde  se necesitan procesos lógicos y pensamiento sistemático y nos ayuda a emprender la acción adecuada.
El ámbar insertado en un engarce de plata sirve para atraer los efectos del rayo plateado, que ilumina y refleja la energía.
Rayo cobre: es de naturaleza muy femenina, pero de manera diferente que la plata, siendo el aspecto dinámico, vigoroso y primal de la psique femenina. Es portador de energías de renovación, creatividad, nacimiento y relacionadas con el útero femenino. El rayo cobre nos permite traer nuestros sueños y deseos a la realidad, especialmente si sintonizamos con la energía de la gran madre tierra. Nos ayuda a tomar decisiones que cambiarán nuestra vida y harán nuestros sueños realidad.
Los cristales engarzados en plata y oro reflejan el primero, el principio femenino y el oro refleja el aspecto masculino de la naturaleza.
Rayo platino: de naturaleza masculina, pero en un sentido diferente al dorado, el rayo platino aporta sanación al aspecto masculino de nuestra personalidad. Ayuda a superar la ira y la agresión y a liberar las emociones fogosas que podemos tener contenidas. Transmuta la agresión competitiva en cooperación pacífica. El rayo platino es muy punzante, penetrante, enfocado y prístino. Puede reflejar la energía agresiva y negativa de vuelta a su fuente y expone la mentira. Es muy limpiador para el sistema energético humano y para el entorno, ofreciéndonos la capacidad necesaria para florecer en el medio del caos.
(Hazel Raven)

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