Una gema posee, dentro de sus propiedades, tres cualidades esenciales que se destacan entre las demás. Estas cualidades son la condensación de energía, la activación de los chakras y la programación.
En el caso de la condensación, pueden absorber, atraer, almacenar y condensar las energías.
En cuanto a la activación de los chakras, tienen la capacidad de activar el chakra automáticamente en cuanto se colocan directamente sobre él. El chakra puede girar con más rapidez y poseer una mayor cantidad de energía por la estimulación directa de la gema.
La programación, dado que las gemas no poseen voluntad, toda su energía se encuentra a merced de la voluntad de quien las utilice. Por lo tanto, con la sola mención de una orden, la gema actuará en consecuencia. Por ejemplo, si se programa la piedra para absorber energía negativa de un ambiente y transformarla en energía positiva, ésta y si siempre a través de técnicas adecuadas, procederá a hacer el proceso solicitado de forma natural (Norma Ruiz y Horacio Stell)
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