Un cristal es simétrico a lo largo de su eje. Sus planos externos regulares son una expresión externa de su orden interno. Cada par de facetas correspondientes tienen exactamente los mismos ángulos. La estructura interna de cualquier formación cristalina es constante e inmutable. Los cristales se construyen con alguna de estas siete figuras: triángulo, cuadrado, rectángulo, hexágono, romboide, paralelogramo o trapecio. estas figuras crean una serie de formas cristalinas potenciales que tienen nombres genéricos, dependiendo de su geometría interna.
Como el nombre sugiere, un cristal hexagonal está formado por hexágonos que toman una forma tridimensional. Una colección de cuadrados forma un cristal cúbico; los triángulos, uno trigonal; los rectángulos, uno tetragonal, mientras que los romboides forman un cristal ortorrómbico; los trapecios, uno triclínico y los paralelogramos un cristal monoclínico. La forma externa, no refleja su estructura interna.
En el corazón del cristal está el átomo y sus electrones y protones. El átomo es dinámico y está compuesto por una serie de partículas que rotan alrededor del centro en movimiento constante. De modo que, aunque externamente e cristal pueda parecer inmóvil, en realidad es una masa molecular viva que vibra a cierta frecuencia. ESTO ES LO QUE DA LA ENERGÍA AL CRISTAL.
(La Biblia de los Cristales)
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